¿Cuánto se ahorra al bajar la potencia de la luz?

Se le ha hecho mucha publicidad a que una de las mejores formas de ahorrar en la factura de la luz es bajar la potencia, pero... ¿Cuánto se ahorra realmente? Hemos hechos los cálculos y te podemos contar exactamente cuál es el ahorro que puedes lograr ajustando la potencia contratada para decidir si realmente merece la pena o no.

La potencia es, explicado de una forma que todo el mundo pueda entenderla, es el “ancho de banda” que determina el máximo de corriente eléctrica que está disponible en nuestro domicilio. Cuando ésta se supera, es cuando “saltan los plomos”.

Antes de nada, aclarar que lo que paga cada uno por la potencia contratada depende de su tarifa (mercado libre, PVPC, etc). Por ello, no se puede dar una cifra exacta, pero utilizando los datos de dos de nuestros clientes más recientes, hemos obtenido estos cálculos para instalaciones trifásicas:

Los usuarios con mejores tarifas (Tarifa 1 en el cuadro) podrían llegar a ahorrar 46,25€ anuales por cada tramo que bajen y vicecersa. Otro de nuestros clientes, al que hemos optimizado sus factura recientemente, contaba con la Tarifa 2, menos económica, que acercaba esa cifra a los 50€. Para instalaciones monofásicas (las más modernas), los números varían un poco más y depende de qué tramo subamos o bajamos, pero la media es muy similar a lo que se paga en instalaciones trifásicas:

Ahora que ya tenemos claro lo que vamos a ahorrar, toca evaluar si realmente compensa el ahorro. Hay que aclarar que desde 2013 este concepto de la factura de la luz se ha subido un 60-70% a los consumidores domésticos y que tener correctamente ajustado este tema es especialmente importante en segundas residencias, ya que es la parte del recibo que se paga aunque no se consuma energía. Eso lo tiene que decidir cada uno en función de sus circunstancias. Y, al margen, hay que examinar los pros y los contras de hacerlo.

¿Cómo sé si tengo margen para bajar la potencia?

La manera más exacta de determinar la potencia que necesitamos es medir la potencia de todos los electrodomésticos que podemos utilizar a la vez en el momento de mayor demanda. Esto se hace mirando la potencia de cada electrodoméstico en el propio aparato o sus instrucciones, o bien colocando un medidor en el enchufe que nos informe del consumo. La suma de las potencias todos los aparatos que podemos llegar a tener encendidos a la vez determina la potencia que debemos contratar.

Otras formas menos científicas de calcularlo son utilizar una de las muchas calculadoras que existen en Internet o simplemente comenzar a encender aparatos en casa simultáneamente hasta que salten los plomos. Esta última forma no nos permite saber la potencia exacta que necesitamos pero sí saber cómo vamos de “sobrados” de potencia.

Riesgos de bajarse la potencia de la luz

Si ya se está en posesión de un “contador inteligente” y en éste ya funciona la telemedida, la compañía eléctrica podrá a distancia ajustar la potencia si así lo pedimos. Esta es precisamente una de las grandes ventajas de los nuevos contadores que se están instalando.

El mayor problema lo suponen las instalaciones más antiguas, que no cuentan con un interruptor ICP (Interruptor de Control de Potencia), pues en ese caso habrá que instalar uno y además se pueden incurrir en nuevos gastos, como la obligación de emitir el boletín eléctrico, tarea que debe ser realizada por un profesional cualificado, así como realizar las obras de actualización del sistema si éstas fueran necesarias, lo cual puede suponer un gran gasto.

Si tienes ICP, lo normal es que un técnico acuda al domicilio y baje la potencia por un precio de 11 euros.

Ahora bien, en este caso puede ocurrir el problema de que nos hayamos bajado demasiado la potencia. En ese caso volverla a subir hay que esperar un año. Si no podemos esperar, puede dar lugar nuevos gastos que arruinen totalmente el ahorro. Es por eso que debemos tener muy claro al bajar la potencia de la luz que estamos seguros de que esa potencia nos va a servir para vivir sin que salten los plomos constantemente.

Nuestra recomendación sobre la potencia

Sin duda la parte fija de la luz, la que contiene, entre otras cosas, la potencia contratada, ha subido mucho en los últimos años. Tenerla bien ajustada es sinónimo de ahorro, pero como hemos explicado, el ahorro que se consigue por cada tramo que se baja es de “solo” unos 50 euros anuales.

A este hecho hay que añadir la posible existencia de gastos adicionales, como el boletín eléctrico, e incluso diversas mejoras en la instalación si es muy antigua.

Son loables iniciativas mediáticas como la web “Bájate la potencia”, que surgieron al calor de las grandes subidas del ministro José Manuel Soria. Es importante ajustar bien la potencia contratada, pero asegurándonos bien de que la nueva potencia va a ser más que suficiente para afrontar nuestro día a día. De lo contrario puede suponer la ruina para muchas economías domésticas.

En Optimizador siempre evaluamos bien los riesgos y solo recomendamos bajar al potencia cuando tenemos muy claro que no va a ocasionar gastos adicionales. El ahorro que produce bajar la potencia eléctrica, junto a la optimización de las tarifas y la aplicación de la discriminación horaria y el bono social, si procede, es la base del ahorro que ofrecemos en la factura de la luz. Si quieres que nos pongamos en contacto contigo para optimizar tus facturas de luz, agua, gas, ADSL, telefonía móvil y gasolina, inscríbete gratis en nuestro Club del ahorro.